Las ventanas en el escondido (el análisis personal en cuestión)

El film, plantea una manera de acceder a la historia poco convencional. En francés, la palabra “caché”, quiere decir “escondido” u “oculto”. Podríamos decir que el punto de vista del espectador muchas veces se asemeja a una mirilla desde la que se puede espiar. Un lugar por el que se puede mirar desde una postura poco cómoda. Las imágenes son coherentes con este planteo, las acciones que vemos no son sintéticas, en muchos casos no hay elipsis. Por ejemplo, en el minuto 53, observamos la escena posterior a la primera visita de George en la casa de Majid. El protagonista cruza la calle, entra en un minimercado, se le cae una moneda, se sirve un café de máquina, lo espera, le da un sorbo, va hacia la ventana, bebe de nuevo, reflexiona, toma su celular, llama a su mujer, habla con ella. Quien espía, como en Caché, comparte silencios, acciones completas, instantes muertos, momentos de apatía, imágenes que no observamos en los relatos cinematográficos de estructura clásica. Lo mismo sucede con las conversaciones. En la mayoría del film no encontramos diálogos concretos ni informaciones concisas.
La construcción de los encuadres no es casual (perdón por la obviedad). Empecemos por clasificar los planos del flim de a cuerdo a la figura narrativa a la que pertenecen, vamos a imaginar dichos planos como ventanas que nos permiten acceder a tres lugares:

1. Ventanas que nos permiten acceder al film (diégesis, el universo narrado)
2. Ventanas que corresponden a lo grabado por la cámara oculta
3. Ventanas que corresponden a lo emitido por televisión


En su mayoría el film maneja planos generales, enteros o americanos. Son muy pocos los momentos donde vemos primeros planos y los planos detalles están reservados únicamente para mostrar los videos y dibujos que recibe el protagonista.
Esta tendencia se puede relacionar con el tipo de focalización que maneja el film y la intención de que el espectador participe más como espía que como espectador de cine.

En consecuencia los planos que corresponden a la diégesis del film son muy parecidos a aquellos que pertenecen a las imágenes de la cámara oculta: planos donde se pueden ver simplemente las acciones del personaje, desde un lugar casi estático, donde pocas veces podemos apreciar en detalle las expresiones de su rostro.

El recorte de dichos planos pareciera dejar visible solo lo importante y que esto no tenga ningún tipo de resonancia con el fuera de campo.

En el minuto 84, en la escena donde Majid se suicida frente a George, se puede ver perfectamente cómo el personaje rebana su cuello, vemos la navaja que utiliza, el violento chorro de sangre que sale disparado y mancha la pared y el cuerpo que yace en el suelo. George se queda parado frente al cuerpo de espaldas a la cámara, solo podemos ver cómo se aleja un momento del cadáver y vuelve, lo mira sin acercarse demasiado y tose. Lo único que podemos percibir de la reacción de George es ese paso algo dubitativo y la tos, que podría sugerir una arcada.

En esta escena, filmada como plano secuencia, sin cortes y sin movimiento de cámara alguno hay un doble juego. En primer lugar, la imagen corresponde a la diégesis, pero está filmada desde el mismo ángulo y a la misma distancia que uno de los videocasetes que recibe la familia Lauren tiempo antes. Posee el punto de vista de la cámara oculta, de alguien que observa sin ser visto. Por otro lado, y casi como lo hacen las imágenes periodísticas que
podemos ver en la televisión, incluso en la que suele ver la pareja Laurent, aquí el elemento protagónico es la velocidad de la sangre saliendo, o mejor, saltando del cuello de Majid, y el dibujo que deja sobre la pared, mucho más fuerte para evidenciar el suicidio del personaje que el mismo cuerpo yaciente.
La mancha roja sobre la pared blanca se hace síntesis de la imposibilidad de George de tolerar a Majid que viene arrastrando desde su infancia. Síntesis de la imposibilidad de coexistencia pacífica entre el francés y el argelino.


Volviendo (quiero decir, siguiendo) con el tema del voyeurismo, también dijimos que los encuadres podrían funcionar como ventanas. Tomemos la palabra ventana no solo como recorte que deja ver, sino también como un espacio que interconecta dos situaciones, el exterior y el interior, lo general y lo particular, lo presente y lo pasado. Reiterando, las imágenes están divididas en tres tipos, las que provienen de las filmaciones anónimas, las que proyecta la televisión y las imágenes que el film muestra sobre la diégesis. Entre estos tres recortes, circula un flujo de relaciones que hace que la temática de la culpabilidad se mueva en una dialéctica de la sociedad versus el individuo. Esta dicotomía plantea que el individuo existe en cuanto a su sociedad y viceversa, como en todos los pares dialécticos, sus partes se interdeterminan, no existe una sin la otra. Haneke establece un diálogo entre el problema de coexistencia individual (o particular) de George y Majid y esta misma cuestión a nivel social (o general). A través de la ventana que nos muestra la vida actual de George (los planos que pertenecen a la diégesis) vemos el mismo conflicto que se descubre en la ventana que nos muestra la realidad mundial (o al menos la construida por la televisión) y en la que sugiere o construye el pasado de George y Majid (las cintas de video que llegan anónimas y los planos detalle que nos muestran los dibujos sumado a inserts que podrían funcionar como flashbacks). La composición de los diferentes encuadres, como si fueran lugares a través de los cuales se observan diferentes porciones de realidad, le sirve al autor para plantear esta dialéctica entre los tres conflictos – el particular de George y Majid en el presente, el mundial entre países de occidente y del medio oriente y el particular de George y Majid en el pasado-.


En síntesis, los diferentes encuadres parecieran funcionar como “ventanas”, que proponen una dialéctica entre dos situaciones distintas o como “recortes” que el film pone a disposición del espectador para que él los ordene y establezca sus propias relaciones.

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